¿Alguna vez has pensado cuánto trabaja tu sistema digestivo a diario? ¡Tiene un trabajo enorme!

Después de comer, la digestión convierte la comida en combustible para cada célula de tu cuerpo, y ayuda al correcto funcionamiento de los órganos y sistemas. Una digestión saludable te ayuda a aprovechar al máximo este combustible, ¡pero aún hay más! También puede repercutir en el peso, la energía, la piel y la función inmune.

A pesar de lo importante que es el sistema digestivo para nuestra salud y bienestar en general, muchas personas no lo cuidan bien. Todos los días, cosas como la mala alimentación, el estrés, la falta de ejercicio y otros factores ambientales pueden afectar a la microflora natural (o el equilibrio) de tu sistema digestivo. Esto puede generar problemas digestivos.

Cuidar tu salud digestiva no es tan difícil. Todo se reduce a los hábitos alimenticios y las elecciones en el estilo de vida.

Probióticos
Tu sistema digestivo está compuesto de decenas de billones de microorganismos. En conjunto, esta colonia de bacterias se llama el "microbioma intestinal". Estas bacterias previenen el crecimiento de otras bacterias potencialmente dañinas, promoviendo así una digestión sana y manteniendo tu salud y bienestar generales. También ayudan a extraer los nutrientes de los alimentos y beneficia la producción de ciertas vitaminas.

Una forma de favorecer tu sistema digestivo es con probióticos. Estas bacterias beneficiosas se encuentran naturalmente en tu cuerpo, principalmente en el tracto gastrointestinal. Si bien la idea de consumir bacterias puede sonar poco atractiva o apetecible, digerir bacterias beneficiosas en forma de probióticos directamente en tu sistema puede ayudar a equilibrar la composición de las bacterias en tu intestino. Los probióticos se pueden encontrar en los alimentos fermentados, como el yogur, el chucrut, tempeh, kimchi y miso, así como en los suplementos.

Tu dosis diaria de equilibrio

Fibra
La fibra desempeña un papel clave en la salud digestiva, sin embargo, el estadounidense promedio está por debajo de la cantidad diaria de fibra recomendada de 28 gramos. La mayoría solo consume 14 gramos al día, lo que significa que no obtenemos la cantidad suficiente como para aprovechar los beneficios. Una ingesta adecuada y equilibrada de los tipos adecuados de fibra puede ayudar a tu sistema digestivo con sus tareas más importantes.

La fibra soluble se encuentra en alimentos como las manzanas, la avena, la cebada y los frijoles. Cuando entra en contacto con el agua se hincha y espesa, y te ayuda a satisfacer el hambre. La fibra soluble también funciona como un prebiótico y estimula el crecimiento de las bacterias beneficiosas actuando como una fuente de alimento.

La fibra insoluble, también conocida como “fibra celulósica”, se puede encontrar en los alimentos integrales, el salvado y algunos tipos de vegetales. Mantiene los alimentos digeridos en movimiento a través del tracto digestivo y promueve la regularidad.

Debido a que tu cuerpo necesita ambos tipos de fibra, es mejor comer una amplia variedad de frutas, verduras, frijoles y cereales integrales. Procura consumir una fruta o verdura con cada comida o refrigerio.

Líquidos
Una hidratación adecuada influye en todas las funciones corporales, y juega un papel importante en cada paso de nuestra digestión, incluyendo la descomposición y la absorción de nutrientes, al llevarlos a cada célula del cuerpo y ayudarnos a eliminar los desechos.

La mayoría de las personas necesitan de 8 a 12 vasos de agua al día. Esto puede incluir agua natural y agua en bebidas como Herbal Aloe, el café, el té, el agua mineral, el jugo de frutas o vegetales, el caldo o la leche ¡Herbal Aloe es también una excelente opción para calmar tu estómago que trabaja tanto!

Ejercicio y reducción del estrés
El ejercicio no solo es bueno para los músculos, también lo es para el tracto digestivo. A medida que tus músculos se contraen y tu respiración se hace más profunda durante la actividad, también se estimulan las contracciones naturales de los músculos intestinales, lo que ayuda a mover los alimentos a través de tu sistema.

El ejercicio es un gran reductor de estrés, algo que beneficia a quienes sufren problemas digestivos cuando están con estrés.